LI CHING-YUN. EL HOMBRE MAS LONGEVO DE LA HISTORIA

El New York Times nos trajo su historia y con ella nacía un mito, el de un hombre en extremo longevo. Según este periódico este hombre podría haber vivido la friolera de 256 años.
Parece una cifra exagerada si lo comparamos con la mujer más longeva de la historia, una Francesa que apenas llegó a la segunda década pasados los cien.
Una cifra exagerada según algunos, cuyas dudas se ven falsadas en parte por los documentos felicitación por  su 100 y 150 cumpleaños. Su única foto parece haber sido tomada a los 250.

La bruma parece cernirse sobre los primeros años de vida, de la que lo poco que se sabe es que la pasó en el medio rural, que tuvo una buena alfabetización, y que viajó de forma incansable.

UNA VIDA RELACIONADA CON LA MEDICINA Y LA SALUD.
Li fue un experto en hierbas medicinales, las cuales recolectaba el mismo. Además practicaba Tao y meditación en general.
La vitalidad de este hombre no paso inadvertida a sus coetáneos, y a las preguntas sobre como se debía vivir el respondía filosóficamente:

“Mantén un corazón tranquilo,
Siéntate como una tortuga,
camina rápido como una paloma
y duerme como un perro.”

 Pero obviamente este no podía ser su único secreto, su dieta era baja en calorías, y estaba compuesta por varios tipos de arroces y el vino que se hacia a partir de éste. Nada fuera de lo común hasta aquí, lo realmente interesante viene ahora: manifestó consumir ginseng y  la hierba Centella Asiatica (Hydrocotyl asiática).
Todo esto sonó a chiste en la ciencia de la época, pero posteriores investigaciones revelaron el potencial de algunas sustancias de esta hierba, en varias afecciones y contra el envejecimiento (acido aciaticoside, madecasoside...).